La casa o el terreno propio

Comprar el terreno propio, es, posiblemente, la decisión financiera más difícil que enfrentamos en nuestras vidas.

Lo primero que tenemos que hacer, es asegurar que contamos con el dinero suficiente para el pago inicial, “la entrada” como suele decirse, y que contamos con una situación laboral estable, para poder hacer frente al préstamo que complementa esa entrada.

Buscá opciones que se adapten a tu presupuesto y posibilidades.

Si estando sólo o sola, resulta muy inaccesible, podrías pensar la posibilidad de asociarte con un familiar u amigo para realizarlo. Tené presente que existen gastos asociados a la compra de un terreno, por ejemplo impuestos y tasas ligadas a las transacciones (que pueden implicar entre un 10 y un 15 %).

Informate muy bien antes de confirmar la compra.

Analizá muy bien el tipo de casa y el tamaño que necesitarías, sopesa tu situación actual y lo que buscás para tu vida en unos años, así vas a evitar problemas del estilo …”Compré un terreno demasiado pequeño” o “Demasiado grande”.

Pensá también que los impuestos y gastos también estarán asociados al tamaño. Por otro lado, la ubicación también puede ser un motivo de arrepentimiento…si se trata de una vivienda habitual, será clave contar con acceso a transportes públicos, colegios, hospital, restaurantes, etc.

Tratá de conocer la zona, el barrio, investigá si hay establecimientos que puedan causar molestias, la vida nocturna, diurna, etc.  Compará el precio, para asegurarte de que se corresponde con el precio medio de mercado de esa zona.

Son varios puntos, pero sin dudas vale la pena repasarlos antes de tomar la decisión financiera más importante de tu vida.